Te lo desmonto en tres argumentos:
1.Oh, sorpresa, las mujeres somos las villanas del cuento otra vez.
2.¿La mitad de la humanidad tiene un peor enemigo? ¿Qué además somos nosotras mismas? No sé, suena absurdo.
3.Esta frase pretende potenciar la idea de rivalidad entre mujeres.
“Las mujeres os criticáis entre vosotras”, “el peor enemigo de una mujer es otra mujer”… ¡Llevamos toda la vida escuchándolo! El objetivo es hacernos creer que nuestro enemigo principal son las mujeres, desviando el foco de la violencia y la opresión que sufrimos, y -oh, sorpresa- presenta de nuevo a las mujeres como las villanas del cuento.
Y, oye, que las mujeres no somos seres de luz; las hay abusivas, malvadas y que hacen daño. Pero es que realmente no le encuentro ningún sentido a esta frase. ¿Media humanidad tiene un archienemigo? ¿Y lo somos nosotras mismas? No sé, es extraño que una frase tan estrambótica haya calado tanto. Porque eso de la “mala mujer” ya se ha quedado bastante rancio.
Vamos a analizar un poquito más que esconde todo esto. Además de escurrir el bulto con la violencia machista y minimizarla, el tema principal de esta frase es la rivalidad entre mujeres. ¿Qué manía tiene el sistema con hacernos competir siempre? ¿Por qué en los hombres se llama “competición” y en nosotras “rivalidad”? Porque sí, la competitividad entre hombres está aceptada y se lee como algo sano, en ellos ser ambiciosos y competitivos está bien visto.
Pero en nosotras funciona diferente: dos mujeres no compiten, sino que son rivales. Aquí la rivalidad se entiende como algo negativo, tóxico y dañino, algo que va a lo personal. Históricamente, la sociedad ha fomentado esta rivalidad en temas como la belleza, el éxito profesional o las relaciones de pareja. El típico Britney Spears versus Christina Aguilera, Taylor Swift versus Katy Perry, o un ejemplo de aquí, lo que hemos visto con Amaia y Leire de La Oreja de Van Gogh.
Tenemos millones de ejemplos que lo muestran, y donde se ve muy claro es dentro del feminismo. A las feministas se nos ha dicho que nos peleamos entre nosotras y que el feminismo “está fracturado”. Siempre me ha dado mucha rabia; el feminismo no está dividido, es un movimiento que como mínimo interpela a la mitad de la humanidad. ¿Por qué no se nos permite tener diferentes opiniones? ¿Por qué no se entiende como algo sano que haya distintas corrientes? Cualquier movimiento que abogue por el pensamiento único es digno de sospecha.
Volviendo a la frase, la narrativa de “las mujeres son su propio enemigo” también intenta ocultar la tradición de sororidad y apoyo que ha sido central en los movimientos feministas. A lo largo de la historia, las mujeres hemos luchado conjuntamente por los derechos civiles, el sufragio, la educación y la libertad sexual. Mientras que la sociedad patriarcal fomenta la división y rivalidad entre nosotras, el feminismo promueve la sororidad. Y esta frase intenta que lo olvidemos.
Por lo tanto, no, e peor enemigo de la mujer no es otra mujer. Es el patriarcado. Ese sistema que nos ha hecho creer que somos inferiores, mientras que los hombres son superiores y tienen poder sobre nosotras. Así que no perdamos el foco. Estos mantras que nos han repetido no esconden nada más que antifeminismo. Es un intento desesperado para que las mujeres no nos unamos. Así que la forma de combatirlos es llevar a la práctica la sororidad y hacerlos ver a que detrás de todo esto lo que hay es misoginia.
NUESTRA RESPUESTA: EL PEOR ENEMIGO DE UNA MUJER ES EL MACHISMO.
(Júlia Salander. Fuego al machismo moderno. Penguin Random House Grupo Editorial. Barcelona 2025)